Los humanos buscamos el orden, pero tenemos un impulso natural a perseguir el caos. En el Jardín del Edén, la humanidad sucumbió al encanto de la serpiente, Edén Gin es hijo del mismo deseo. Nuestra botella quiere encerrar la eterna tentación: un poema dorado de notas cítricas, enriquecido por un regusto de almendra, que te acompañará en un viaje de perdición celestial. Eden Gin es mucho más que una ginebra, es una promesa de aventura, una odisea de sabores, el emblema de una eterna sed de experiencias. Eden Gin, la ginebra del pecado.
